Les nostres recomanacions i propostes

No comparto la apreciación de que vivimos un tiempo especialmente polarizado. En todo caso, en uno muy ruidoso. Los gritos no solo se oyen, también se pueden ver. Hace noventa años era tan habitual como lo es hoy enfrentarse al vecino por tener un parecer o unas costumbres diferentes, los libros de historia están ahí para su consulta. Los asesinatos en masa también ocurrían. Sin embargo, la indiferencia ante los mismos era menor. La honradez intelectual de las élites culturales era un valor que cotizaba mucho más al alza de lo que podamos presumir hoy.

Georges Bernanos publicó Los grandes cementerios bajo la luna en 1938. Francés, católico y monárquico, se mudó a Mallorca en 1934 buscando una comodidad económica que no encontraba en su país. La Guerra Civil le encontró allí. Sus ideas, tan arraigadas en la figura de Dios y en la tradición, comulgaban con las del bando nacional. Su hijo, de hecho, se alistó para combatir a los republicanos. Todo cambió cuando pudo ver con sus ojos las barbaridades cometidas por sus correligionarios. Sobre este libro, Hannah Arendt dijo que «dará a los futuros historiadores más información sobre la barbarie fascista que la mayoría de los gruesos tomos que vienen acompañados de un aparato de notas pedante». Valoremos la integridad y la honestidad sin esperar a que se conviertan en lejanos seres mitológicos.