Les nostres recomanacions i propostes
Ressenya
Linda Stupart
La virus
Per Sara Forja
18.11.2023
Quizá uno de los paradigmas que más confrontación esté causando sobre la descripción de lo que es realmente el acto de conocimiento es concebir a este no como una experiencia de recorrido vertical, sino horizontal. En este sentido, entendemos que la adquisición de la experiencia no se realiza necesariamente a través de un ejercicio racional, sino afectivo (al más puro estilo spinoziano de afectar al cuerpo), no se ejerce a través de la disciplina sino más bien de lo infectivo: los cuerpos aprenden al margen del sometimiento y el dogma, los cuerpos conocen y se transforman a través de un acontecimiento alienígena que produce extrañamiento. En este sentido, La Virus ejecuta una sentencia: si la escalera de conocimiento ha de ser dinamitada, ese acto de terrorismo ha de efectuarse subterráneamente, y en distintos niveles. Así, la escritura es ante todo un ejercicio de denuncia sobre la toma de poder del conocimiento, pero ejercida desde una diversidad de formatos, de tal modo que podemos entender un hechizo no solo como un acto de conjuración sino además como una táctica de hacking biopolítico.
Pero La Virus no solo es un texto de denuncia, es también un testimonio de memoria y reconocimiento. Entre sus líneas identificamos la escritura al más puro estilo Kathy Acker, pero también aparece el fantasma de Ana Mendieta clamando justicia. De este modo, a pesar del estilo xenomorfo del texto, somos capaces de reconocer la brecha que se establece a través de la palabra. Al final, la lección de La Virus es que todo acto de restitución necesita de cierto ejercicio de extrañamiento, de que el grito de las extraviadas quizá al principio poco se comprende, pero cuanto más se lee, más se transforma el cuerpo y más empatiza con el testimonio que se ofrece.