El invisible anillo, nº 16. Érase una vez.... Galicia

Nos adentramos en el bosque. La humedad se filtra entre las palabras. Unos cánticos dilatan el instante. Abrimos el anillo, este invisible anillo que ahora tienes entre tus manos, y penetramos en la fecunda y deslumbrante lírica gallega que presta su pálida blancura a los versos que sueñan el océano y la húmeda vegetación, a los poemas que se elevan únicos en su lengua, rica y poderosa, para llegar, complejos y profundos, hasta los confines del mundo. Desde Eneida editorial consideramos el universo poético de Galicia de una riqueza abrumadora, y además de estar embarcados en este proyecto, en este número 16 de El Invisible Anillo dedicado íntegramente a su poesía, Editorial Eneida construye sus esquifes en busca de sus naufragios con la edición de un amplísimo volumen, intitulado Sinfonía atlántica, Antología General de la poesía gallega, que verá la luz en el otoño de este convulso 2012. La espuma es el sueño del océano, el olvido de los días. Esa lucha inmemorial de la piedra con las olas. Camina por esta orilla y respira el instante que latió único en ese principio. Siéntelo. El tiempo aún no se llamaba tiempo y los hombres iniciaban su caminar por la tierra. Las estrellas observaban impasibles, desde el deslizar de sus sueños por el corazón de la noche, los movimientos de los hombres, al druida derramando sus túnicas, sus herramientas mágicas, abandonando sus ceremonias y los senderos secretos que le conducían hasta los abismos insondables, para desnudarse por completo, y entre sus labios alzar la voz y nacerse de nuevo poeta. Así imaginamos que pudo ser en algún difuso punto de la geografía galaica el paso de la magia olvidada al misterioso arte de la palabra. Muchos de esos descendientes de los druidas transitan hoy por estas páginas con la libertad con que lo harían por su bosque milenario, o por la orilla difusa de su playa envuelta en nieblas, en la que aún resuenan los enigmáticos cantos de sirena. Nos acompañan en nuestro viaje poetas clásicos como Rosalía de Castro, Eduardo Pondal, Curros Enríquez, Celso Emilio Ferreiro o Alvaro Cunqueiro, y toda una pléyade de autores contemporáneos, que, debido a la limitación de espacio, no ha podido ser, pese a nuestros deseos, más amplia. A todos ellos, a los presentes y a los ausentes, desde El Invisible Anillo, nuestro reconocimiento y gratitud. Ginés Liébana, poeta y artista cordobés de la generación del Grupo Cántico, es el pintor que con su luminoso vuelo ha contribuido a embellecer las letras aquí contenidas. Adéntrate sin temor en el bosque, olvida tus cotidianos deberes, tus íntimos anhelos, camina por la ribera de un río gastado que murmura con su fluir los secretos del mundo, hasta arribar a una playa que lucha inmemorial contra el océano, y escucha allí, mientras en el aire se dibuja un invisible anillo, los cantos de sirena que llegan incesantes, bellos y misteriosos, como un aullido matemático, desde Galicia. ¡Salud y poesía!