Les nostres recomanacions i propostes

De pequeño, de noche en mi cama, para provocarme el sueño me preguntaba (e imaginaba) cómo era ¿el universo? (aunque “durante mucho tiempo no hubo […] un universo […]”)  antes de que se crease nuestro mundo, y cómo sería todo cuando todo llegase a su fin. En ambos casos imaginaba un enorme espacio de negrura, infinito e inabarcable, donde soledad y quietud eran lo único, y donde el tiempo no pasaba: como nada ocurría, siempre era el mismo, ¡no existía! Entonces acudía a mí una enorme ansiedad, porque el pensamiento no se quedaba en esa negrura, sino que avanzaba entre ella, planteándome tantas cosas ante las que no tenía respuesta (¿hubo algo antes de esa negrura?), que no podía menos que abrumarme y agobiarme hasta el mareo.
También me preguntaba cómo el primer humano apareció, el por qué (la vida “no sucede en ningún otro lugar del universo”), la inmensidad universal, cuándo acabaría todo, y si el mundo tiene sentido.
De haber tenido esta adaptación ilustrada del clásico Una muy breve historia de casi todo, quizá no hubiese dejado de hacerme preguntas, pero habría podido refrenar un poco mi ansiedad. Así que preparaos para el mejor viaje: al y el de los por qués de todo.
Sin mareos.