Les nostres recomanacions i propostes

Las largas oraciones de László Krasznahorkai pueden llegar a ser tan complejas como su apellido. No pretende esta reseña desanimar al lector, más bien al contrario. Adentrarse en el universo literario del escritor húngaro con estos ocho relatos, publicados originalmente en 1986 pero traducidos ahora por primera vez al castellano, es una de las mejores decisiones que puede uno tomar en este fin de año.

Dice Krasznahorkai que el tiempo transcurre demasiado deprisa hoy en día. El ritmo de su escritura nos apremia a detenernos, no en seco, sino lentamente, dejándonos llevar como cuando esprintamos y necesitamos unos metros para aminorar la marcha. Sus relatos transcurren en un entorno que da la sensación de estar a punto de estallar, lugares deteriorados donde agobia la opacidad de las nubes. El ambiente distópico nos traslada a un futuro que parece cercano a pesar de que las ideas del autor provengan de un pasado que vivió en primera persona. Y es aquí donde su biografía se cruza con su obra, no en los hechos, sino en las sensaciones, porque Krasznahorkai pasó parte de su juventud vagabundeando por la gris Budapest gobernada por el comunismo. Una experiencia que aporta al libro temas trascendentales como lo absurdo del deber y las consecuencias de los actos propios.