Les nostres recomanacions i propostes

Ser anfitriona de un espacio que no posees, personificar el lujo, ser invisible, estar presente, moverte con gracia como si fueras un ciempiés sobre una hoja, comiendo lo que te sostiene y a punto de caer. Anna Pacheco radiografía las entrañas de los hoteles de lujo, los mecanismos que desarrollan las trabajadoras para sobrevivir, las reuniones entre la directiva y el comité sindical, los mandos medios, el turismo y el extractivismo, mirar a los ricos de lejos, ganar territorio al mar.
 
Mi abuelo era recepcionista de hotel, nació en Mallorca y con la eclosión del turismo se incorporó al sector. La mayor parte de su vida laboral la pasó detrás de un mostrador en el Hotel Atlantic de Punta Ballena, Magaluf. Por aquel entonces, tanto el hotel como el turismo que había era de lujo. Mi abuelo hablaba inglés y francés, como la mayoría de los huéspedes del hotel. Contaba anécdotas de ellos, siempre con la discreción del servicio, pero fascinado por sus excentricidades, como aquel belga tallador de diamantes que alquilaba una planta entera del hotel. En Navidad les escribía tarjetas personalizadas con una caligrafía impoluta, Merry Christmas Darling, Magaluf.
 
En los años 70 todo cambió, la clase trabajadora inglesa llegó a la isla, los turoperadores se hicieron con el control de los hoteles, el sistema productivo viró hacia la estacionalidad turística, los contratos laborales se acortaron, la costa se amplió. En los pasaportes de los nuevos huéspedes podía leerse “minero” o “trabajador de fábrica”.
 
Todo lo que sé de mi abuelo es a través de mi padre, a pesar de que las fotos dicen lo contrario, a veces me lo imagino como un mayordomo inglés resentido con los nuevos huéspedes y otras fumando en la entrada del hotel haciendo migas con los recién llegados. Lo único que sé seguro es que nadie le preguntó. Servir adquiere muchas formas, con lujo o sin él, siempre hay alguien que sostiene la puerta. El valor de Estuve aquí y me acordé de nosotros, reside precisamente en eso: Anna Pacheco pregunta y da voz a la clase trabajadora, confiere identidad a las bisagras de un sistema contradictorio y en pleno colapso.