Les nostres recomanacions i propostes

Si quien escribe quisiera hacer una reseña simple y concisa del contenido de Aliens y anorexia, diría que es una novela de autoficción cuyo tema central es el fracaso. Pero si al igual que Amo a Dick no es meramente un ensayo sobre el amor, la obra a la que nos enfrentamos tampoco puede ser reducida a un aspecto tan conciso. Con Aliens y anorexia, Chris Kraus vuelve a crear un paisaje poliédrico a través del ejercicio de la autoficción, cuyo objetivo es alcanzar la inhumanidad a través de la decreación: conseguir llegar a la verdad en el relato a través de la absoluta aniquilación del yo. Ya no nos encontramos pues aquella vaquera autorreferencial que hacía de la reproducción de la carta un objeto autónomo del arte: Aliens y anorexia puede ser entendido como un cuaderno de artista que se sirve del recorrido fracasado del film Grace and Gravity – creación propia de la autora que referencia una de las obras más importantes de Simone Weil- para iniciar una búsqueda declarada hacia el camino de la destrucción.

Podríamos decir que somos testigos del que será uno de los textos fundacionales de lo que podríamos denominar como xenomisticismo: la búsqueda de una alteridad completamente otra (absolutamente inhumana) a través de un ejercicio de aniquilación del yo mediado por la función de la autoficción. En este sentido, los fantasmas de Ulrike Meinhof y Simone Weil son piezas composicionales que le valen a la autora para definir su objetivo; el alien ya no es lo raro y espeluznante, es la figura que sirve como médium de la experiencia estética que define el deseo de nuestra contemporaneidad. De este modo florecer (deconstruir la identidad, romperla, hacerla virar hacia su absoluta alteridad) será el gesto más radical, y por ello, el más inhumano.