Les nostres recomanacions i propostes
Ressenya
David Lapham
Balas perdidas, 5. Hazañas y travesura
Per Noemí Jiménez
20.8.2018
Pero ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de «Balas perdidas»? ¿De una serie coral de chicas y chicos malos? ¿Cómic pulp? ¿Novela gráfica neo-noir? ¿De la deprimida y cinematográfica Baltimore? «Balas perdidas» es todo eso y mucho más.
Para comenzar, estamos ante uno de los cómics en mayúscula dentro del cómic independiente americano. Un cómic noir sin florituras. Aquí la violencia es violencia, sin heroicidades ni esteticismo. Y tiene sus consecuencias, moldeando los actos de sus personajes y su evolución psicológica. Y es ahí donde radica, quizás, uno de los principales aciertos del autor. Más allá de los juegos de espacio-tiempo a lo Pulp Fiction o el impacto visual tipo Sin City.
En esta última entrega nos reencontramos con nuestra sufridora protagonista, Virgina Applejack, en su vuelta a casa de su madre y al instituto, tras su paso por el psiquiátrico. Los problemas la siguen acechando, pero está aprendiendo a cuidarse por si misma, mientras continúa aferrándose a alguien a quien proteger y querer.
Lapham ha demostrado que se puede coquetear con el mainstream y volver indemne a sus orígenes. Seguir manteniendo ese dibujo rápido, clásico, en blanco y negro, y el ritmo de la repetición constante de ocho viñetas idénticas por página. Pocas veces rotas por doble viñetas y fundido en negro. Y un guion clásico del género: frases lapidarias pero con uso muy inteligente de los silencios para expresar lo más complejo de los personajes.