Les nostres recomanacions i propostes
Ressenya
Félix Ruiz de la Puerta
Damas, diosas y musas
Per Raquel Ungo
27.4.2022
Con el paso del tiempo, con los cambios sociales y de pensamiento, la imagen de la mujer como Diosa Madre se debilita y da paso a la mujer como diosa de la sensualidad y el placer. La figura femenina se convierte en un objeto bello para ser contemplado pero se le priva de gestos, de emoción y de participación en la sociedad. De oriente a occidente y a través de diferentes corrientes artísticas cambia la representación pero el significado es siempre el mismo: una mujer irreal e intangible, fruto de la fantasía del pintor, de la ensoñación masculina de lo femenino, pintada solo para el deleite del varón.
Y de la misma mano del varón, de nuevo la figura femenina se ve drásticamente modificada en la pintura a finales del siglo XIX. El hombre se siente amenazado por el nuevo papel que la mujer está desarrollando en el trabajo y en la vida pública y con los cambios que reclama para ella. Ante este temor nace una nueva iconografía, liderada principalmente por los simbolistas, que gira en torno al mito de la femme fatale. La pintura se llena de Judiths, Salomés, Dalilas y un sinfín de terroríficas imágenes de féminas malvadas y perversas, fruto del recelo que suscita esta nueva mujer que reivindica su lugar en el mundo.
No será hasta el siglo XX, y de la mano de las propias artistas que irrumpen en el panorama artístico, que la imagen de la mujer se muestre libre de la mirada del hombre y dueña de su propia feminidad.