Yo fumo para olvidar que tú bebes
Yo fumo para olvidar que tú bebes
Son los finales de los ochenta, y Max Lomas, guapo, agnóstico, cínico y sentimental, culto y descreído, vive a caballo entre Madrid y San Sebastián, donde trabaja como escolta privado, protegiendo a un profesor amenazado por ETA.
En Madrid, Max se enamora de Elsa Arroyo nada más verla. «Estábamos en primavera, detalle intranscendente, pues a las historias de amor todas las estaciones les sientan bien. En cierto modo todo comenzó allí. La piel, las canciones, los tiros. El mundo, mi vida. Todo». Mientras, su binomio en el País Vasco, García, ambicioso y temperamental, empieza a plantearse a qué lado de la línea que separa el crimen de la ley conviene situarse. El interés de García por Elsa lo complicará todo;
La suma de un estilo sobrio y preciso, a veces teñido de lirismo; unos diálogos vivos y demoledores, cargados de ironía, profundos y divertidos a partes iguales; una acción a menudo trepidante; y un humor que la distingue de otras novelas de su género, harán que el lector disfrute cada capítulo.