Por la noche los gatos

La poesía de Antonio Cisneros -de cuya producción reúne 25 años el presente libro- se caracteriza por mantener esa voz que se sitúa al margen y que dialoga, confronta y a su manera resuelve algunos planteamientos del arte poético actual: la noción de un centro poético en donde se instala el autor. El desplazamiento entre los discursos, la introducción de un yo oblicuo y biográfico como eje del poema, tipifican la obra de Cisneros, de quien Julio Ortega, en su epilogo, dice: "Desarrolla una palabra entredicha con intimidad y desapego; más urbano, su discurso será reductivo: el fragmento de un diálogo, sin relato aunque narrativo, sin tesis pero argumentativo." La presente compilación -de 1961 a 1986- tiene como punto culminante un conjunto de poemas titulados Canto Ceremonial, expresión tangible de los años 60. Cisneros nos habla desde el no-centro de la poética posmodernista, apartándose de la dicotomía entre poesía del ser y poesía del estar. Su estancia en Europa motiva el reencuentro con la experiencia religiosa, expresada en su Libro de Dios y de los Húngaros. Así, se advierten dos momentos en la praxis de este escritor peruano: por un lado, la poesía critica, que abarca sus primeros poemas de 1961 a 1972 y un largo silencio que se rompe hasta 1978; posteriormente, su lenguaje poético parece curar las antiguas heridas y descubre en su poder nuevas adhesiones al mundo. El verso largo le permite desarrollar un tono confesional y de una mayor plasticidad en su lenguaje. Igualmente, lo libera de la claustrofobia del yo poemático. En este sentido, Cisneros continúa con la expresión directa, prosaica, pero depurada por un sentido crítico corrosivo, haciendo de él una de las voces permanentes en Latinoamérica.