La escena y lo real en el siglo XXI

Sobre los escenarios actuales reverberan, cada vez más presentes, las llama das «poéticas de lo real». Se trata de prácticas que incorporan elementos —intérpretes, localizaciones, autorreferencialidad o relaciones con la audiencia, entre otras— que enfatizan su carácter no mimético, cuestionando la relación tradicionalmente establecida entre la mímesis como imitación de lo observado y la realidad extrateatral. Este planteamiento no implica el fin tajante de la imitación y la representación, sino que funciona desde el uso consciente de procedimientos y estrategias que ponen de relieve la tensión entre lo real y lo mimético. A través de este estudio se indaga sobre los procedimientos actuales que articulan las llamadas poéticas de lo real, ahondando en sus características y reflexionando sobre su presencia en los escenarios del siglo XXI. En primer lugar, se ofrece un panorama teórico sobre estas prácticas —ya iniciadas a finales del siglo XX— y su significado en la escena actual. A partir de ello, indagamos en los procedimientos, temáticas y diálogos que se establecen con la audiencia. A partir de las bases del hecho escénico (acción dramática, intérprete, público), proponemos tres vías de aproximación a la creación teatral desde el compromiso explícito con la realidad: «compromiso con la acción», «compromiso con la interpretación» y «compromiso con el público». Estas categorías permiten deshilvanar las tramas de lo real y establecer procedimientos de análisis. Establecida esta división, nuestro objetivo central es explorar las creaciones escénicas contemporáneas y observar desde qué procedimientos articulan su relación con lo real. Aquí se origina un diálogo común sobre un cuestionamiento inicial: ¿de qué hablamos cuando percibimos que una pieza se ubica en las poéticas de lo real? ¿Qué procedimientos se emplean en la creación? ¿Qué percibimos desde la recepción? Como se observa en los ejemplos que acompañan a cada una de las categorías que presentamos, no se trata de compartimentos estancos, sino que las piezas teatrales pueden participar de más de una simultáneamente.