Cosas vivas


Cosas vivas

Cuatro jóvenes españoles (uno de ellos, el narrador, de origen argelino) viajan un verano a Francia para ganar algo de dinero en la vendimia, pero finalmente acaban empleándose como temporeros en una de esas empresas biotecnológicas que explotan desde hace décadas el mundo agrario y que, según ciertas teorías, acabarán por arruinarlo del todo. Alta y Baja Cultura, Bolaño y el punk, filosofía y terror, crítica social sin maniqueísmos… Un sinfín de sonidos y conceptos resuenan en estas páginas unas veces apocalípticas y otras falsamente ingenuas. Una combinación tan poderosa como arriesgada que, sin embargo, logra hacer visible la amenaza que ocultan algunas capas de la realidad...
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Munir Hachemi
Cosas vivas
Per Blog de La Central
«De una buena historia, nunca retenemos la anécdota». Ahora bien, no podemos olvidar que «el lenguaje puede contar lo que de verdad ocurrió», nos tranquiliza Munir, en Cosas vivas.