Yósel Rákover apela a Dios

"En las ruinas del gueto de Varsovia, bajo montones de piedras y huesos humanos calcinados, escondido y oculto en una pequeña botella, fue hallado el siguiente testamento, escrito en las últimas horas del gueto por un judío llamado Yósel Rákover." Así comienza este relato, publicado por primera vez en 1946 en un periódico judío de Buenos Aires y atribuido al último combatiente del gueto de Varsovia. Entre la epístola y la plegaria, este desgarrador texto obtuvo casi de inmediato una enorme repercusión: fue traducido a múltiples lenguas, conoció distintas versiones y acabó convirtiéndose en una leyenda. Pasó a la historia como el testimonio del horror nazi escrito por un hombre poco antes de morir. Años después el verdadero autor reclamó su autoría, pero nadie le creyó, ya que la existencia de Rákover era demasiado atractiva como para ponerla en duda. Se trataba del judío lituano Zvi Kolitz, quien trabajó durante los años cuarenta en Buenos Aires como agente secreto al servicio del futuro estado de Israel. Casi medio siglo después, el periodista alemán Paul Badde investigó la génesis y la peregrinación del apócrifo, que aporta una nueva dimensión a la belleza literaria y religosa de la obra. En estas páginas se recogen el conmovedor texto de Kolitz y las pesquisas periodísticas que emprendió Badde.