El libro de la Riviera

Erika i Klaus, hermanos inseperables, compartían no sólo amistades y gustos en 1931, sino algo más sutil que es el punto de vista, la forma de mirar el mundo. El libro de La Riviera respira en todas sus páginas, la alegría de dos colegas estrechamente unidos que trabajan juntos diviertiéndose, aún en medio de una crisis política, moral y económica generalizada. Puede que el objetivo de ambos hermanos fuera ganar algún dinero con el encargo de una guía alternativa que les permitiera vivir con lujo gastando el mínimo posible, pero modernos e irreverentes con los convencionalismos como fueron, consiguieron algo distinto: introducirnos en los casinos, en sus restaurantes, bares y cafés preferidos, conduciéndonos lo mismo ante los más bellos paisajes que por oscuros callejones y, sobretodo, meternos de lleno entre la gente más variopinta, amigos artistas y otros famosos.