¿Por qué no vienen a los museos? Historia de un fracaso

Es evidente que nunca ha habido tanta gente en los museos, pero bien es cierto que solo en unos cuantos centros y muchos profesionales comienzan a preguntarse si era ésto lo que realmente se pretendía: ¿cómo los traemos?, ¿qué les ofrecemos?, ¿vuelven?, ¿disfrutan?. Recientes estudios sobre sociología del turismo de masas aseguran que las visitas culturales no aportan al sujeto una sensación de disfrute. Va simplemente porque hay que ir, preocupado mucho más por conseguir las pruebas que testifiquen que ha estado allí.
El libro en su comienzo, no es más que la incitación a la reflexión individual y personal del lector a través de una serie de preguntas y respuestas: ¿para quién están echos los museos?, ¿con qué preparación llegamos?, ¿cómo nos los enseñan?, ¿qué sentido tiene una exposición en el siglo XXI?, ¿qué podemos hacer los profesionales?, ¿cómo nos debemos preparar?
Más adelante se exponen algunas de las experiencias que se están llevando a cabo por diferentes grupos, tanto de personas realcionadas con las universidades como con los museos y centros culturales, que admiten la situación de crisis y la necesidad de experimentar, como único camino posible de salida.