
François Villon nació en París, en 1431. De su turbulenta vida nos han llegado pocos datos, la mayor parte relacionados con hechos criminales. Hombre de letras al fin y al cabo, Villon utilizó formas establecidas para sus poemas desenfadados, vitalistas y ofensivos. La frescura de su obra (comparable a la del Arcipreste de Hita o a la de Rabelais) ha perdurado intacta hasta nuestros días.